Un ebrio conductor proyecta su vehículo Chevrolet contra un honda estacionado y de paso se llevan un Nissan versa en calles de la colonia Obrera, los daños del siniestro fueron de varios miles de pesos y el responsable optó por darse a la fuga.
El aparatoso hecho ocurrió cerca de las 4:30 horas de la madrugada, cuando sobre la avenida 55 entre calle 80 y 82 de la demarcación antes mencionada, el conductor de un automóvil compacto, de la marca Chevrolet Beat, color plata con matrícula de circulación YXC-573-D de Yucatán, según testigos manejaba en estado inconveniente (Etílico).
No se percata que se sale del carril de circulación y se impacta de lleno contra la parte trasera de un automóvil color plata, de la marca Honda con matrícula de circulación DJA-22-41 del estado de Campeche que se encontraba debidamente estacionado y tras el impetuoso choque lo proyecta al menos 10 metros contra otro vehículo particular de la marca Nissan Versa, color azul con matrícula de circulación DJS-80-51 con registro en el estado de Campeche, que de igual forma se encontraba debidamente estacionado a la entrada del domicilio de su propietario, quiénes se encontraban durmiendo y tras el impacto salieron a verificar lo ocurrido.
El afectado, al salir, aún encontró a los dos hombres que iban dentro del Chevrolet Beat presuntamente responsable, por lo que al comenzar una discusión, estos bajaron del vehículo y caminaron apresurados sobre la 55 rumbo a la calle 80, lugar donde se perdieron de vista del afectado, quién prefirió regresar a la escena del percance para reportar a su seguro vehicular.
Afortunadamente todo quedó en pérdidas materiales de varios miles de pesos, y aunque el vehículo estaba a nombre de la empresa “Steren” fue llevado al corralón por los agentes de vialidad y tránsito municipal al igual que las dos unidades más involucradas y el caso turnado ante el agente del ministerio público para el deslinde de responsabilidades.
Cabe destacar que personal de protección civil acudió a la escena de lo ocurrido para desconectar la batería del automóvil responsable y regar arena sobre los líquidos y fluidos que derramaban del motor dañado para evitar así un accidente o conato de incendio.